Aunque el título de esta entrada pudiera parecer pretencioso, la que suscribe no lo piensa así. Esta empresa que comenzamos desde el Instituto (gracias al entusiasmo y las ganas de hacer de Alejandro y Raquel), dentro de Escuela, Espacio de Paz y Coeducación, ha terminado siendo un proyecto del pueblo. Con la participación de asociaciones, colegios, ayuntamiento y todo/a aquel/aquella que se acercó a la plaza a lo largo de la tarde del 25 de noviembre; pintando zapatos, sumándose a la marcha silenciosa o incluso con esa actitud respetuosa de los viandantes ante el paso de la marcha.
Estamos juntos en esta lucha y lo hemos podido vivenciar.
Qué ciertas tus palabras, Mª José... esa tarde hubo una conexión muy fuerte entre todas las personas presentes. Ojalá le haya servido a alguien!
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